Panamá, 12 de abril de 2019. Declarado en el año 2018 patrimonio de interés nacional por la Alcaldía de Natá de los Caballeros, el Parque Arqueológico El Caño, cuenta a partir desde este 12 de abril, con un renovado museo, el cual brindará a los visitantes nacionales y extranjeros una mirada científica, a la vida y muerte de los primeros pobladores de Coclé, su estructura social, costumbres funerarias y cosmovisión.

En febrero de 2018, la Fundación El Caño, organización panameña que está integrada por el grupo de investigadores responsables del descubrimiento de las tumbas de élite de El Caño y de las excavaciones arqueológicas que desde hace diez años se realizan en este lugar, empezó a trabajar en un proyecto para su recuperación y reapertura utilizando para ello fondos provenientes del Instituto Nacional de Cultura (INAC), la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT), particulares, empresas locales y trabajo voluntario.

La Fundación El Caño y el INAC, desde hace más de una década, han trabajado para convertir el Parque Arqueológico El Caño, en un sitio donde la arqueología, la conservación de la ciencia, los museos, el turismo y la comunidad trabajan mancomunadamente para hacer de este sitio único en Centroamérica.

Para la rehabilitación del edificio que alberga el museo, se realizaron mejoras como:  remodelación de los baños, impermeabilización de cubierta (patrocinada por la Autoridad de Turismo de Panamá, ATP), pintura interior y exterior, instalación de aires acondicionados, reparación de la escalera frontal, restauración de barandales, puertas y ventanas, instalación de cielo raso, instalación de nueva iluminación en las salas y una nueva museografía (apoyado por la SENACYT).

El museo se divide en una antesala y una sala de exposición, donde el público podrá observar una muestra documental permanente, sistemática, contextualizada, didáctica y mixta (con artefactos originales y réplicas), provenientes de los hallazgos encontrados en las tumbas del Sitio El Caño, visualizando las sociedades precolombinas del istmo de Panamá, y de cómo estas pueden convertirse en un referente en la construcción de las teorías antropológicas sobre el desarrollo del poder político y el surgimiento de los Estados en la antigüedad.

“Entregamos con el museo un producto de incalculable valor para el conocimiento de la historia y culturas antiguas de nuestro país”, afirmó Julia Mayo, directora de la Fundación El Caño.

También señaló que la exposición del Museo de El Caño muestra a la sociedad de Coclé como una necrópolis compleja, bien estructurada, generadora de una riqueza cultural, técnica impresionante”.

Por su parte, el Dr. Jorge A. Motta, Secretario Nacional de la SENACYT, manifestó que el proyecto tiene varios componentes importantes, entre los que podemos destacar el impacto turístico que le genera al país, ya que El Caño se ha convertido en un sitio ampliamente reconocido por los panameños gracias al esfuerzo de difusión del grupo de investigadores y colaboradores del Proyecto Arqueológico El Caño.

Gustavo Him, administrador de la Autoridad Turismo de Panamá, destacó que el Museo de El Caño, fortalece la oferta turística de la provincia de Coclé, los últimos años el Parque Arqueológico ha estado recibiendo turistas en su mayoría de Europa.  En años anteriores, la ATP ha promovido este sitio a través de diferentes reportajes en revistas internacionales de turismo, y también patrocinó el documental titulado “El Dorado de Panamá, los guerreros de oro”, mostrando al mundo los descubrimientos más importantes durante las excavaciones en El Caño, con el fin de promover este lugar de gran valor para la historia y cultura del país.

Anayansi Chichaco, coordinadora nacional encargada de museos del INAC, esta reapertura da a conocer a la comunidad en general nuestro patrimonio, logrando con esto un mayor interés de personas que desean visitar el sitio por motivos de “turismo cultural”.

 

Datos de Interés

El Parque Arqueológico El Caño

En 1973 la empresa dueña del terreno destruyó, inadvertidamente, varios montículos mientras realizaban trabajos para la plantación de caña de azúcar. El lugar fue inspeccionado por el arqueólogo Richard Cooke y el señor Pedro Quirós, de la Dirección Nacional de Patrimonio Histórico (DNPH), quienes además rescataron algunas urnas funerarias.

La Dra. Reina Torres de Arauz, por entonces subdirectora general de INAC y directora la de la DNPH, preparó un programa para el sitio, que culminaría con la creación del Parque Arqueológico El Caño, en el año 1979, asumiendo la administración, donde también se construyó la casa que alberga el museo.

Durante este año se gestiona los primeros trabajos científicos: el levantamiento topográfico del yacimiento, la toma de una fotografía aérea con rayos infrarrojos, la colocación en su lugar original de algunas esculturas (o más bien lo que quedaba de ellas), y la excavación parcial del alineamiento principal de monolitos, de los montículos M3 y M4 y de la calzada.

La Necrópolis de El Caño representa la culminación de un largo proceso de desarrollo económico, político, social y religioso que se inicia en la región alrededor del año 500 d.C. Su construcción abarcó siglos (700 – 1000 d.C)

Las excavaciones

La Fundación El Caño es una fundación panameña que está integrada por el grupo de investigadores responsables del descubrimiento de las tumbas de élite de El Caño y de las excavaciones arqueológicas que desde hace diez años se realizan este lugar. No solo es un centro de excelencia en la investigación, educación y difusión del conocimiento sobre las sociedades prehispánicas del istmo, sino como un motor de desarrollo turístico de la provincia.

A través de la Dirección de Investigación y Desarrollo, en el año 2005 la SENACYT aportó fondos para la exploración de su entorno (valles de los ríos Grande y Coclé del Sur) y el levantamiento topográfico y plano del sitio arqueológico. De ese mismo programa, en el año 2009, la SENACYT dotó al proyecto de fondos para el segundo año de excavación en El Caño.

Con ellos fue recuperado y registrado todo el contenido de una de las tumbas más grandes, la T2, incluida una cantidad importante de objetos de oro y cobre. Demostrada la importancia del sitio arqueológico, en el año 2011-2012, la SENACYT invirtió en infraestructura de seguridad (cerca perimetral del parque arqueológico incluidas puertas de acceso de hierro, luminaria, techo sobre la excavación arqueológica y caja de seguridad para las piezas de oro).

El Caño es un yacimiento de primer orden que el Estado debe salvaguardar poniendo todos los medios necesarios.